En este poeta y ensayista mexicano destaca también la diversidad de tendencias a lo largo de su trayectoria. Fue un poeta neomodernista en sus inicios y también escribió poesía combativa y comprometida, en especial durante el periodo de la Guerra Civil española, que le marcó profundamente. Pero Octavio Paz buscó siempre nuevas fronteras poéticas a través de caminos personales: su unión particular del Simbolismo con el Surrealismo está presente en su libro más conocido: Libertad bajo palabra. Se inspiró en las vanguardias para componer poemas visuales, que él llamó "topoemas"; y también enriqueció su poesía con su conocimiento de la filosofía y poesía orientales, tendencia cuyos frutos reunió en la recopilación El fuego de cada día.
Libertad bajo palabra
Viento
Cantan las hojas,
bailan las peras en el peral;
gira la rosa,
rosa del viento, no del rosal.
Nubes y nubes
flotan dormidas, algas del aire;
todo el espacio
gira con ellas, fuerza de nadie.
Todo es espacio;
vibra la vara de la amapola
y una desnuda
vuela en el viento lomo de ola.
Nada soy yo,
cuerpo que flota, luz, oleaje;
todo es del viento
y el viento es aire
siempre de viaje…