Las Cantigas de Santa María (mediados del siglo XIII-1284) constituyen el cancionero religioso medieval de la literatura en galaico-portugués, frente al profano que estaría constituido por las cantigas de amigo, de amor y de escarnio.
Las Cantigas son de carácter culto y fueron atribuidas al rey Alfonso X El Sabio para fomentar la devoción a la Madre de Dios.
Se trata de un conjunto de aproximadamente 420 composiciones en honor a la Virgen María. La mayoría son cantigas que relatan milagros sucedidos con la intervención de María.
Se trata de un conjunto de aproximadamente 420 composiciones en honor a la Virgen María. La mayoría son cantigas que relatan milagros sucedidos con la intervención de María.
La devoción mariana estaba en auge en ese siglo y frailes, clérigos y caballeros en general participaban en ella. El rey alentaba en sus cantigas a poetas y juglares para que dedicaran sus esfuerzos e inspiraciones a la «Santa Dama» (la Virgen María) .