viernes, 10 de abril de 2015

MODELO DE UN COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIO EN VERSO



1  Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
5   cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor,
sino yo, triste, cuitado,
10  que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día,
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
15   Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Romance del Prisionero

El texto que se nos propone comentar pertenece al Romancero viejo, recopilación de romances compuestos hasta el siglo XV y que pertenecen a la lírica popular. Se titula “Romance del Prisionero” y es anónimo, es decir, desconocemos quién es su autor. Probablemente nos hallemos ante un testimonio completo (no fragmentado) de un romance transmitido oralmente a partir de un episodio legendario o a partir de una creación popular cuyo origen exacto desconocemos.

El tema principal del poema es el lamento de un prisionero obligado a un cautiverio que contrasta con el florecimiento de la primavera.
Uno de los temas secundarios que hallamos mediante la lectura atenta del poema se enmarca dentro de la plenitud de la primavera (versos 1-8), época en la que, según el poeta, hace calor, los trigos se fortalecen ante la inminente cosecha, los campos están floridos, cantan la calandria y el ruiseñor y los enamorados sienten con más fuerza su amor. Este ambiente evocado por el preso contribuye a dar un mayor realce a su melancolía, a la nostalgia del mundo, apenas percibido desde la soledad y la oscuridad de una celda.

La estructura interna del poema, que atiende al significado de éste, puede dividirse en dos grandes apartados. El primero (vv. 1-8) trata sobre el ambiente evocado por el cautivo: hace calor, los trigos se fortalecen ante la inminente cosecha, los campos están floridos, cantan la calandria y el ruiseñor y los enamorados sienten con más fuerza su amor; el poeta nos conduce a un ambiente idílico y hermoso. El segundo apartado (vv. 9-16) desarrolla el lamento del preso, así como nos evoca un episodio culminante en su sufrimiento, como es la muerte de la avecilla que comunicaba cuándo era de día o de noche. El cautivo se lamenta de ello y termina deseando “mal galardón” al ballestero que mató a la avecilla, como una señal del fin de aquello que era lo último que quedaba entre él y el mundo florido de la primavera, que no es más que el símbolo de la libertad.

En cuanto a la estructura externa o forma, el poema está formado por 16 versos octosílabos sin distinción de estrofas. Los versos pares son en principio heptasílabos, pero sufren el añadido de una nueva sílaba al acabar en palabra aguda. Abundan las sinalefas (por ejemplo en los versos 1 y 4). Existe una excepción en el verso 2 “cuando hace la calor”, en el que, para mantener la regularidad del cómputo silábico, se elude la sinalefa “cuando hace” que permite recitar un verso octosílabo. La rima es asonante en los pares y quedan libre los impares; su estructura estrófica (-a-a-a-a) muestra que es un romance.

El poema presenta una interesante serie de figuras retóricas y recursos estilísticos que contribuyen a reforzar el carácter literario del texto. Hay, en efecto, figuras propias del recitado y de la fonología; no debemos olvidar el carácter eminentemente oral de los romances. Así, el ritmo y la tensión dramática se logra mediante la aliteración de los sonidos c-a “cuando canta la calandria” (v. 5) o la reiterada anáforade “cuando” al comienzo de varios versos (2, 3, 5, 7): “cuando hace la calor / cuando los trigos encañan... cuando canta la calandria...cuando los enamorados” o la anáfora de “que” en los versos 10,11,14 “que vivo en esta prisión / que ni sé cuándo es de día... que me cantaba al albor”. Asimismo, un claro efecto en el oyente produce el hipérbaton y la repetición inicial: “Que por mayo era por mayo”, así como los paralelismos (canta la calandria / responde el ruiseñor) rotos en ocasiones por quiasmos o cruces de elementos (los trigos encañan / están los campos... cuándo es de día / cuándo las noches son).

El asíndeton  de “sino yo, triste, cuitado” refuerza el contraste con los versos iniciales, mucho más alegres, con la expresión y el tono más triste de los versos posteriores, en consonancia con la estructura interna del poema, según la cual vimos que había dos partes en cuanto al contenido.

Por otro lado, la personificación de “responde el ruiseñor” (v. 6), junto al protagonismo concedido a los personajes animales (la calandria, el ruiseñor, la avecilla) contribuye a resaltar la soledad de un hombre que sólo puede comunicarse con el mundo por medio de pájaros que son el símbolo más típico de la libertad.

En conclusión, el Romance del Prisionero recoge el lamento de un cautivo en contraste con la primavera que le rodea pero que, pese a toda su plenitud, no puede disfrutar. La tristeza del condenado se ve acrecentada por la muerte de la avecilla que le traía una información básica sobre los días y las noches. El tema es muy típico de la literatura popular, y lo conocemos por la lectura de otros romances, como el del Conde Arnaldos: el anhelo de libertad, representado en el encadenamiento simbólico del hombre, en el recurso a las imágenes de pájaros libres y enamoradizos, en claro contraste con el arma cruel del ballestero y la soledad del cautiverio. La primavera nos habla del amor. Sin amor ni libertad, ¿puede el hombre enfrentarse al mundo? Si no hay amor ni libertad, la imagen más adecuada es la del preso que no puede distinguir la belleza ni en el más bello día de la primavera.

MODELO DE UN COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIO EN PROSA



Sentéme al cabo del poyo y, porque no me tuviese por glotón, callé la merienda y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirme a convidalle; mas, por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que el pecador ayudase a su trabajo del mío, y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre.
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque, como comencé a comer y él se andaba paseando, llegóse a mí y díjome:
-Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana, aunque no la tenga.
«La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parescer la mía hermosa».
Con todo, parescióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y díjele:
-Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo y esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor.
-¿Uña de vaca es?
-Sí, señor.
-Dígote que es el mejor bocado del mundo y que no hay faisán que así me sepa.
-Pues pruebe, señor, y verá qué tal está.
Póngole en las uñas la otra y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y asentóseme al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquéllos mejor que un galgo suyo lo hiciera.

El Lazarillo de Tormes. ANÓNIMO


El texto seleccionado pertenece a la novela El Lazarillo de Tormes, perteneciente al género de la novela picaresca. El Lazarillo ha sido considerada la primera novela de este género.

En El Lazarillo, no obstante, aparecen los rasgos fundamentales siguientes:

  • El protagonista es un hombre vulgar y ordinario (anti-héroe).
  • Asimismo, es criado de muchos amos. 
  •  Se presenta una visión realista del mundo.
  • Se utiliza la forma autobiográfica.
  • La intención de la obra es de crítica y moralizante.


En definitiva, la intención del autor fue dar categoría literaria a la vida de un insignificante personaje, lo que cual le permite poner de manifiesto su visión antiheroica del mundo y, al mismo tiempo, hacer la crítica de la sociedad, fundamentalmente de la nobleza y el clero. El autor se manifiesta contrario a ideas y costumbres de la época, motivo por el cual, quizá, no dio a conocer su nombre y la obra ha llegado anónima hasta nosotros.

La novela se divide en siete tratados de diferente longitud como corresponde a la importancia relativa de su contenido. El Tratado 1º narra la niñez de Lázaro y su aprendizaje con el ciego; el 2º cuenta el episodio del clérigo avariento, en el que sigue la evolución psicológica del personaje; el 3º es el episodio del escudero, donde Lázaro aprende que la gloria se basa en la mera apariencia; los tratados 4º y 6º son meramente episódicos y sólo presentan nuevos amos; el 5º es el episodio del buldero y en él aprende que con mentiras y astucias se puede llevar una vida holgada; por último, en el 7º Lázaro llega a lo que considera “la cumbre de toda buena fortuna”, afirmación irónica porque a lo único que ha llegado es a ser pregonero de vinos en Toledo y criado de un capellán con cuya protegida se casa. La novela termina, pues, con el cierre de la evolución psicológica del personaje, que comenzó siendo un niño ingenuo y termina en ser un hombre conformado con su suerte.

El fragmento que comentamos pertenece al tratado 3º, en el que sirve a un escudero que no tiene absolutamente nada y el criado tiene que alimentarlo, procurando no herir su dignidad. Corresponde a uno de los momentos más conmovedores de la novela: A Lázaro le han regalado una uña de vaca y algunas tripas cocidas que reparte con su amo. Al ver la altanería y, a la vez, el hambre de éste, el muchacho se lamenta de su desventurado amo, preocupado siempre por aparentar una condición que no posee. Podemos considerar que el texto trata el tema de la fraternidad humana como motivo novelesco.

En cuanto a la estructura interna del fragmento, este se divide en tres partes:

1ª parte (“Sentéme al cabo del poyo...hambre”): El criado cuenta sus cautelas para invitar al amo a comer con él, sin herir su dignidad.

2ª parte (“Quiso Dios...sepa”): Ambos tienen una conversación, en la que el escudero alaba a Lázaro y al bocado que trae para disimular sus ansias por comer.

3ª parte: (“Póngole...hiciera”): Lázaro describe las ganas con que su amo se come aquellos despojos.

Un análisis de los elementos narrativos nos lleva a ver un narrador en 1ª persona, que es el propio Lázaro, de ahí su carácter autobiográfico.

Los dos personajes que aparecen son Lázaro y el escudero y nos son descritos a través de una caracterización indirecta, es decir, la información que sobre ellos recibimos se consigue a través de sus actos y de lo que dicen. El primero se compadece de su desventurado amo, al que no quiere herir en su dignidad. El segundo se muestra ridículo, intentando disimular su hambre, revoloteando en torno al criado y buscando la alabanza para atraerle y que le dé de comer. Los dos están perfectamente caracterizados por su forma de actuar y Lázaro, además, nos transmite su pensamiento acerca del momento que se narra.

El espacio en que se desarrolla lo relatado es un lugar cerrado, en el ámbito de la casa del amo. Los hechos se desarrollan en un tiempo pasado, anterior al momento en que el narrador se encuentra y transcurren en un orden lineal.

Por lo que se refiere a la técnica y estilo, es claramente visible el uso del diálogo, dando al fragmento un carácter casi teatral. Se observan muchos recursos: palabras con doble sentido (“Póngole en las uñas la otra”) para dar cuenta del hambre del amo; repeticiones (sentí / sentía; pasado / pasaba; ayudarle /ayudaba); comparaciones (como había de él; y no hay faisán que así sepa); ironía y burla (“la muy buena que tú tienes te hace parecer la mía hermosa”); hipérbole (”que no habrá a quien no convide con su sabor”); paronomasia (“como comencé a comer”). El diálogo ágil junto con los recursos descritos hace del fragmento un pasaje de gran plasticidad y de fácil recreación en la mente del lector. Por otra parte, el lenguaje es llano, sin afectación alguna, como corresponde al siglo XVI. En esta sencillez elaborada reside en gran parte el atractivo de la obra.

Por último, y a modo de conclusión, diremos que la evidente crítica social que se desprende del libro, y de este fragmento también, justifica el deliberado propósito del autor de permanecer en el anonimato. Los personajes y el ambiente del texto, al igual que el que aparece en toda la obra, corresponde con un mundo de marginados sociales. En la actualidad existen también personas que por diversos motivos viven al margen de la sociedad. Su forma de vida, comportamiento, aspiraciones, causas de su marginación, etc. han dado lugar también a obras importantes de nuestra literatura. Aquí, vemos como el Lázaro da muestras con su comportamiento de esa evolución de la que hablábamos anteriormente, según la cual conoce las miserias de su amo y actúa en consecuencia. En cuanto al estilo utilizado, encaja en la mentalidad renacentista, basada en la sencillez alejada de toda artificiosidad, que aparecerá en el siglo siguiente.

sábado, 4 de abril de 2015

LITERATURA DE POSGUERRA (4º de ESO)

Busca las siguientes características en el libro de Lengua y rellena un esquema como este. Puedes subdividir la tabla en varias diapositivas si te es necesario.

ARGUMENTOS DE LAS OBRAS NARRATIVAS Y DRAMÁTICAS DE POSGUERRA:
·       
NOVELA EXISTENCIAL. (Años 40)

·       
NOVELA SOCIAL. (Años 50)

·       
RENOVACIÓN NOVELÍSTICA (Años 60)


·      
TEATRO BURGUÉS (Años 40)

·       
TEATRO SOCIAL (Años 50)

·      
TEATRO EXPERIMENTAL (Años 60)